Yo tengo un pianista en el corazón,
un violinista, y una canción;
una silla que te espera
y una camilla por si llegas
después de mucho a descansar
en mis brazos que están listos
para tu cuerpo acurrucar
y hacer que olvides el daño
que el mundo nos suelde dar
por simples caprichos,
por la equivocación
por no saber a quien debemos amar.
viernes, 28 de septiembre de 2007
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