Voy a ser alcohol para destilar en ti el aroma de tu encanto,
seré agua hirviendo para arrancar más fácil las plumas de tus temores
y así irnos volando entre alas perfumadas y sonrisas
al país del ensueño donde no nos haremos daño.
Rompecabezas rotos en mil pétalos de olvido
me volvieron renegona de amores e ilusiones banales
y deje de buscar un cielo utópico de estrellas muertas que me tengo que inventar.
Si tan solo pudiera poner mi cabeza de nube en tu regazo
y así llenar de rocío cálido cada rincón de tu pecho,
tal vez sería más fácil inventar estrellas de algodón en el desierto cielo desierto de mis sueños
y desojar margaritas impares que despierten mis sonrisas taciturnas.
Voy a ser azúcar para endulzarte el café de la mañana
y me volveré cigarro para solo así poder llegar al límite de tus labios tuttifruti,
seré esa nota que brote de la cuerda de una guitarra escondida bajo tu cama
para regar con un acorde la semilla de nuestro posible amor.
