No tengo nada que ofrecerte.
No soy bonita, ni se besar.
mas si tú aceptaras mi cariño,
el corazó entero te pienso entregar.
Confuciones del inconsiente,
como un viento furioso y fuerte
que levanta nuves de arena
en el desierto de mi mente.
Es que tu mirada es tan penetrante y consecuente
y tus ojos tan vivos, que al mirar,
me despiertan los deseos del amar
y se hunden en las aguas transparentes
de las olvidadas lagunas del pensar.
domingo, 30 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario