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jueves, 12 de febrero de 2009

La mujer facilona

El terror de toda chica decente.

El común denominador de los hombres, en general, es mediocre. Ya que tratándose de predisposiciones mimosas ellos prefieren lo obviamente fácil. Refiriéndome a la palabra fácil tomaré la definición de la Real Academia Española que dice: Fácil viene del latín FACILIS que manifiesta Que puede suceder con mucha probabilidad, Dicho de una persona: Que con ligereza se deja llevar del parecer de otra. Por lo tanto una mujer fácil, en el peor de los casos, una facilona busca satisfacerse satisfaciendo.

La respuesta imparcial sin entrometer a cualquier tendencia machista o feminista sería tan simple como describir a una mujer que se ofrece de manera muy provocativa con alguien sin esperar si quiera un indicio de interés formal para la próxima vez que la invite. Se le podría denominar oferta cucharita, de estas que vienen con el yogurt y son de plástico y descartables. En todos los casos la autoestima la debe tiene muy baja, a tal punto que se mete con cualquiera sin importarle si la llamara al día siguiente.

En las líneas anteriores he despotricado todo mi “afecto” hacia este tipo de damiselas. Sin embargo, he de aceptar que les guardo cierto recelo, cierta envidia ya que no me creo dotada de tales facultades grotescas. Yo, para preponderar me quedo simplemente en las picarescas miraditas regalonas que no ofrecen nada más que la simple imaginación.
He de aceptar que he sido relegada muchas veces por mujeres facilonas de mi puesto de afane formal y es por eso que me he sentido con el profundo deber moral de contar mi experiencia con esta clase de féminas para que mis lectoras estén preparadas y sepan cómo reaccionar. A continuación procederé a contarles sin muchos detalles y con un cierto tono de burla y cruel sarcasmo las dos ramas que existen en este espécimen sin moral y consecuentemente imposibilitado de denominarse ser femenino y quedarse solo en hembra.

Las mujeres facilonas se dividen en dos de acuerdo a su estatus social-cultural. No es que yo sea mala y haya ideado esta repartición sino que la escuche una vez de un tipo huanchaquero muy bestia, muy sucio, un espécimen perfecto del indigente porcentaje del género masculino coquero y por lo tanto sin muchas sinapsis, pero sin embargo muy acertado en su apreciación de la realidad. Retomando mi parcelación estas mujerzuelas, ya que es esa su verdadera identidad, se dividen en: pacharacas y chicas liberales.

Las pacharacas son aquellas chicas de las que por mas asco que puedan implantar en mi, sobrepasa mas el hecho de la lástima. Pobres, ¡pobres pacharacas! Y no porque estén escasas de recursos, sino porque su dignidad es tan ridícula e irrisoria que no tienen más remedio que afanar y ofrecerse en demasía solo para poder así lograr sentir un mínimo de afecto varonil. Y es que las pacharacas han perdido por completo el sentido de la decencia y se les puede apreciar por las siguientes características comunes:
  • La mujer facilona del tipo pacharaca es aquella que aunque haga frio usa tops y polos manga cero.
  • es aquella que tenga o no tenga chichis, las anda mostrando en todo su esplendor por los lugares menos apropiados (ya sea universidades, congresos, mercados, hospitales, colegios, etc.)
  • nunca dirán que tienen frio a menos que haya un macho cerca para abrigarlas ya que estas andas casi siempre semidesnudas.
  • Son aquellas que alzan la voz estruendosamente para hacerse notar ya que de otra manera nadie les haría caso.
  • Una pacharaca se canjea por un ceviche de luca y un jugo de 80 centimos.
  • son las típicas chicas escandalosas, súper “amigueras” y estrepitosamente disforzadas que hacen que aquellas como yo que sufrimos de la enfermedad crónica de moralidad refinada suframos de un colapso nervioso cada vez que las veamos, escuchemos o estemos cerca.


Creo que hasta ahora ya he machacado con demasía a la pobre rama pacharaca de este refrito de ensayo así que procederé a despotricar mi odio escasamente infundado a la categoría de chicas liberales. De una chica liberal existe poco que decir, ya que son aquellas que inteligentemente reciben atribuciones de su comportamiento. Ya sea un aumento de sueldo, un cambio de estatus grupal, el conocimiento de nuevas personas o en simple hecho de salir con alguien poderoso.
Las chicas liberales son aquellas que no pierden su tiempo con cualquier basurita masculina de esas que abundan en esta sociedad. Sino que busca más alto y se ofrece al mejor postor. Aquellas que no son solamente fáciles sino que van más allá de la facilidad con la que se convidan y utilizan a sus presas.


Bienaventurados chicos que se toparon con chicas liberales, si bien serán usados, aprenderán mucho y valoraran más a las chicas decentes, mis condolencias futuras a los chicos que se toparon con chicas pacharacas, ya que si bien son mucho más baratas, siempre hacen que ustedes bajen de nivel ante los ojos de aquellas que como yo somos propensas a depurar al sexo masculino por cualquier circunstancia.

Claudia C. B.
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