Recuerdos indeseables

Y como un fantasma, en las lagunas oscuras de mi mente, tu recuerdo esta presente impalpable y árido, casi celestial. Y me duele en el vacío profundo que dejo un beso, la caricia muerta de la soledad. Encandilados versos que florecen al alba con luces matinales y ambiente sepulcral, son testigos de la agonía etérea del abismo al fue lanzada mi alma, mi humanidad.

Lúgubre paisaje que atesta mi camino enferma de a poquitos el murmullo del lugar. Efímero brebaje que envenena el alma escondido en besos se me dio tiempo atrás. Y ahora la congoja comprime el aro de luz por el creí poder escapar, y me observo encerrada entre cuarto paredes que construí con ladrillos de resentimiento y soledad.

Ser infrahumano que atiborra de desprecio su mundana existencia saturada de maldad, pintaste un mundo inexistente en mi mente, en mi sensibilidad. Ser terrorífico que no mostró su verdadero rostro ocultando su maldita perversidad, despreciable amor que me envolvió en sedas blancas de alegría y felicidad.

¿Cómo olvidar aquellas tardes donde el amor a caudales recibí? ¿Cómo entender que terminó tan pronto que ni siquiera el porqué entendí? Ojala el vacío de mi existencia no se colmara de radiantes recuerdos que ahora se que perdí. ¡Ojala hoy no fuera una fecha memorable que me recuerde el infierno del aislamiento que sentí! No se si sea mucho pedir pero… ¡Arránquenme las ganas que aún tengo de amar y existir!